CDT El uso de planchas de poliestireno expandido como “moldajes” para losas de piso de hormigón también conlleva otro interesante desarrollo: gracias a un sistema de anclajes colocado en su superficie, en las planchas se pueden instalar tuberías que forman parte del sistema de calefacción del proyecto, el que queda integrado totalmente al piso de hormigón de una vivienda.
Fuente: Hormigonaldía
Existen diferentes sistemas para calefaccionar ya sea una casa, un departamento o un pequeño galpón comercial: por gas, a través de aparatos eléctricos, de biomasa o leña, y combustible. Si bien las fuentes de calor son distintas, el denominador común entre todos es que son elementos ajenos al proceso constructivo del proyecto.
Por distintas razones, integrar estos sistemas de calefacción al proceso constructivo del proyecto se hace algo complejo. Lo que generalmente se realiza es utilizar aislantes térmicos que vayan integrados en los muros o techos de las viviendas pero en cuanto a sistemas de calefacción integrados en la construcción misma, por ejemplo, de un proyecto habitacional, estos usualmente son vistos como elementos que escapan a la construcción misma de una vivienda, por ejemplo.
Sin embargo, en Canadá y en Estados Unidos, principalmente, se utiliza una interesante aplicación de poliestireno expandido que, además de ser aislante por las características propias del material, dada su forma, permite instalar de manera fácil las tuberías para que de esta manera, el piso de hormigón de la vivienda se transforme en un verdadero centro de calefacción centralizada.
Calefacción centralizada con planchas de EPS
Esta innovador tipo de encofrado o molde de poliestireno expandido (EPS) se dio a conocer desde hace algunos años, al menos en Canadá, y su uso comenzó a promoverse de manera principal en proyectos habitacionales, principalmente porque permite la instalación de las tuberías para un sistema de calefacción centralizada de manera fácil, sin necesidad de acudir a elementos o especialistas externos.
Su composición es más bien simple: se trata de planchas de EPS de 1,2 por 1,2 metros, en cuya superficie vienen unas “anclas” que permiten la colocación de los tubos por toda el área del proyecto. Asimismo, estas salientes que tienen las planchas de EPS también colaboran en que el cableado pueda tomar ángulos de giro inusuales, lo que finalmente repercute en que toda el área en la que se encuentren instaladas las planchas, podrá ser cubierta con las tuberías del sistema de calefacción.
Desde la firma que fabrica esta innovadora solución, explican que las planchas vienen en tres anchos: 64, 76 y 100 milímetros, dependiendo del tipo de proyecto que se esté ejecutando y el sistema de calefacción centralizada a instalar. También, se desarrolló una plancha especial para losas delgadas de hormigón, cuyo ancho alcanza solamente los 10 milímetros.
Si bien el desarrollo de estas planchas de EPS contempla tecnología resistente al agua y a la humedad, los fabricantes recomiendan, antes de su instalación, nivelar el suelo donde se coloquen y posteriormente, aplicar o colocar una membrana que impida el ingreso de vapores y que pueda afectar las prestaciones de los elementos.
Un nuevo tipo de encofrado para losas de piso
La instalación de este innovador elemento es más bien sencilla. Una vez realizada la nivelación del suelo y aplicada o colocada la manta, se procede a dimensionar las planchas y a unirlas por toda el área del proyecto, como si fuesen bloques armables.
Diseñadas para que se puedan instalar tuberías de 13 y 16 milímetros de diámetro, estas se van colocando entre las “anclas” de la superficie de las planchas de EPS, hasta completar el área total de la superficie.
Este nuevo tipo de desarrollo prueba que se pueden alcanzar soluciones adecuadas utilizando elementos de poliestireno expandido, en este caso, de aislación como de calefacción, y además en temas constructivos, ya que la losa de hormigón que forma el suelo del proyecto queda correctamente ejecutada y contiene en su interior todo el sistema de calefacción aislado, lo que finalmente, incide directamente en la calidad de la vivienda y en el confort del usuario final de la misma.
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